Madrid, 1990

Licenciado en Arquitectura con la máxima calificación, Carlos Azañedo obtuvo mención de honor, por la Universidad de Madrid en 2017.

La obra de Carlos Azañedo emerge en el género de la pintura urbana contemporánea y destacada por un estilo. Muy personal que se sitúa a caballo entre el paisaje figurativo y la abstracción formada por volúmenes. Su formación en arquitectura trasluce en su aguda comprensión de la construcción de los espacios urbanos y su estudio de una perspectiva muy marcado.

Carlos tiene un profundo interés por reflejar a través de su pintura, que es espontánea e intuitiva, todo aquello que le rodea. Insiste en captar la atmósfera de grandes ciudades. En su pintura todo tiene que ver con el movimiento y la fugacidad. Estos conceptos quedan reflejados a través del color con una pincelada rápida, fluida y precisa. Se puede intuir en cada pincelada su intencionalidad y el cuidado del detalle.

Azañedo pinta sus cuadros sin bocetos ni estructuras previas, nacen de una explosción de sentimientos que se canalizan a través del color. La finalidad es siempre la espontaneidad, la búsqueda de la naturalidad en la representación, el detalle de la abstracción. Su obra refleja la importancia de cada pincelada, insustituible, que queda como rastro o marca del pensamiento y que en su conjunto busca la proporción y la armonía.

Plasma su experiencia en sus obras, retratando ciudades imaginarias como telón de fondo del bullicio de la escena social urbana.

El color, la proporción y una perspectiva precisa son elementos cuidados al detalle, pero sobre todo destacan las pinceladas alegres como clave de estos deslumbrantes trabajos, en los que Carlos busca expresar su mundo interior a través de una “creatividad pura sin límites ni condiciones”.

Todo ello construye en su mente una imagen del presente, de la fugacidad del siglo XXI, la modernidad y la innovación que caracterizan nuestro tiempo que, en su opinión, se refleja de la mejor manera por medio de ciudades.

Su pintura ha obtenido pronto reconocimiento nacional e internacional. En 2017 recibió la medalla de honor de la fundación GEN TEN en Japón por su exposición en el Museo Municipal de Osaka, donde su trabajo ha quedado expuesto de manera permanente. Al mismo tiempo ha aparecido en diversos medios de comunicación, destacando la revista parisina de moda masculina L’Officiel Hommes,

Desde 2017 su obra se ha expuesto en Madrid y en Barcelona de mano de la galería Jorge Alcolea, y de manera internacional en Estados Unidos, Reino Unido y Japón. Ha participado en numerosas ferias y sus piexas han sido objeto de reportajes en la prensa escrita.