Se basa fundamentalmente en el paisaje urbano y el retrato femenino, ambos representados desde una perspectiva muy personal. En el paisaje urbano se pone una especial atención en la relación y conflicto entre la persona y la ciudad. Las escenas nunca aparecen desiertas, pero sí sorprendentemente silenciosas. En cuanto al retrato, todos los rostros son de mujeres. El hecho de escogerlas siempre a ellas es que son capaces de expresar toda su sensibilidad, adentrándose en un mundo más allá de sus simples rostros, transmitiendo vida, reflexión, calma, tranquilidad…